Años de agitación política y económica en Venezuela han asustado a la mayoría de los turistas, y las naciones occidentales aconsejan a los ciudadanos que no viajen allí. Pero para los rusos que buscan vacaciones bajo el sol, mientras enfrentan restricciones de visa y vuelos debido a la invasión de Ucrania, la Isla de Margarita en Venezuela está demostrando ser un destino amigable.