Después de que 17 personas muriesen en un incendio provocado por un calefactor eléctrico, defensores de los derechos de los inquilinos advierten que las condiciones son propicias para que vuelva a ocurrir una tragedia similar.
Mientras las autoridades investigan por qué falló un calentador portátil que provocó el incendio más mortífero de las últimas tres décadas en la ciudad de Nueva York, los inquilinos y las organizaciones defensoras de sus derechos advierten que las condiciones son propicias para que vuelva a ocurrir una tragedia similar.
Y es que algunos activistas aseguran que se trata de un problema que va más allá de la avería de una simple pieza de equipo.
El uso de los calefactores portátiles –que sirven para calentar un área pequeña como una habitación, a diferencia de los sistemas de calefacción que funcionan para todo el hogar– se volverá más frecuente en muchas ciudades de Estados Unidos ahora que una ola de aire ártico envuelve la Costa Este, advirtió Julie Colón, un activista a favor de los derechos de los inquilinos miembro de la Coalición comunitaria del noroeste Bronx.

Este invierno, los miembros de tres asociaciones de inquilinos con las que Colón se comunica regularmente por medio de la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp han estado intercambiando mensajes sobre la falta de calefacción en sus apartamentos. Otros inquilinos en los chats grupales les aconsejaron que documentaran sus condiciones y se comunicaran a la línea directa de la ciudad, disponible en el número 311.
“Tengo un edificio donde el arrendador no ha respondido a las quejas”, dijo Colón.
Como no tienen otra opción, Colón dijo los inquilinos se visten con varias capas de ropa y se duchan con agua hirviendo para que el vapor llene sus apartamentos. Otros “recurren al viejo truco de encender el horno”, agregó. Muchos más usan los calentadores eléctricos portátiles, que son extremadamente comunes.
El incendio que cobró la vida de 17 personas, incluidos ocho niños, en una torre de apartamentos de 19 pisos en el Bronx es un sombrío recordatorio de cómo los calefactores pueden ser un “símbolo de la inequidad”, afirmó. Porque representan las condiciones precarias de vivienda, infraestructura deficiente y la negligencia de las autoridades en los vecindarios de bajos ingresos y las comunidades de color. Muchos de los desplazados por el incendio de esta semana son familias originarias de Gambia, un país de África Occidental.
“Para mí, el calentador portátil simplemente es de lo más aterrador”, declaró.El devastador incendio en Twin Parks North West comenzó justo antes de las 11 am del domingo, hora del este, y al parecer fue provocado por un calentador eléctrico que se averió en un dormitorio del tercer piso, explicó en una conferencia de prensa el comisionado de bomberos Daniel Nigro. El edificio de 19 pisos y 120 unidades tenía calefacción en funcionamiento, pero los residentes de esa unidad usaron el calentador portátil porque no era suficiente.
Además, la puerta principal del apartamento donde comenzó el incendio y otra puerta en el piso 15 no se cerraron automáticamente, como se supone que deben hacerlo. Las puertas que se cierran solas son una forma de contener la propagación del fuego y el humo. Las autoridades ya investigan por qué fallaron.
Los residentes del complejo también informaron que los detectores de humo a menudo sonaban en el edificio, por lo que la gente solía ignoraralas.
El propietario del edificio, Bronx Park Phase III Preservation LLC, indicó que hubo una solicitud en julio de 2021 para reparar la cerradura de la puerta principal que pertenece a la unidad donde comenzó el último incendio. También se verificó el mecanismo de cierre automático de la puerta y no se informaron de más problemas a la administración de la propiedad, según un portavoz.

El lunes, el representante Ritchie Torres, un demócrata cuyo distrito de mayoría latina en el Bronx es considerado el más pobre del país, dijo que se creará un grupo de trabajo con funcionarios locales y federales para analizar la seguridad contra incendios.
“Vamos a examinar cuestiones relacionadas a la fabricación de calentadores portátiles, el uso de calentadores eléctricos en viviendas residenciales, sistemas de rociadores de agua, puertas de cierre automático y sistemas de alarma contra incendios y humo”, aseguró.
Sin embargo, activistas creen que el problema principal es la falta de calefacción adecuada que proporcionan los propietarios y los administradores de las propiedades.
Twin Parks North West fue objeto de más de una docena de quejas el año pasado ante la ciudad por tuberías rotas, infestaciones y plagas de roedores, según muestran los registros de vivienda. Al menos tres unidades se quejaron de problemas de calefacción. El dueño del edificio dijo que esas quejas fueron atendidas.
Sin embargo, los propietarios enfrentan su propia crisis financiera a medida que aumentan los costos de calefacción en la pandemia. Por ejemplo, el combustible para calefacción de viviendas subió a 3.71 dólares por galón en la ciudad de Nueva York en noviembre, según los datos estatales más recientes, el nivel más alto en ocho años.
Para Barbara Lauray, presidenta de la asociación de inquilinos de su complejo de vivienda pública en el Bronx, la falta de calefacción suficiente este invierno la ha hecho miserable.

Ella usa un calefactor portátil en su apartamento, pero le aterra tener más porque tiene una discapacidad visual y teme que pueda tropezar con ellos o no darse cuenta si algo los está bloqueando.
Para mantenerse caliente en el apartamento que comparte con sus tres hijos adultos, enciende el horno y pone a hervir agua en ollas. La autoridad de vivienda de la ciudad ha tratado de reparar las calderas del complejo, pero es una “curita” cuando se requiere un nuevo sistema, afirmó.
Vestida con un traje para sudar, una sudadera con capucha y botas, Lauray dijo que su situación era “insoportable”. “¿Pero qué más puedo hacer?”, se preguntó.
“Pienso en esos residentes desplazados”, dijo, refiriéndose a las decenas de personas que fueron desalojadas temporalmente por el incendio del domingo.
“Tenemos 344 unidades aquí. Niños, bebés, personas de la tercera edad, personas con condiciones médicas que viven aquí. Y todos tienen calentadores portátiles”, dijo.
Fuente: Telemundo